Por,  Heloisa Padija, Julia Lima and Laura Tresca*

En el entorno “en línea”, las violaciones a la libertad de expresión pueden ser definidas por diversas variables propias de la red, como la violación a la neutralidad de la red, prácticas de vigilancia, restricciones al compartir archivos, entre otras. Además de las violaciones específicas, también ocurren graves crímenes relacionados con Internet como homicidios, tentativas de asesinato, amenazas de muerte, secuestros y desapariciones.

.

Lo que durante mucho tiempo fue tradicionalmente asociado al ejercicio del periodismo, ahora también se extiende a personas que eligen Internet como principal vía de manifestación y expresión, como blogueros, dueños o editores de sitios web y usuarios de Internet. Son notables los indicios que evidencian que esas violaciones tienen el potencial de intensificarse contra estos comunicadores, que generalmente son individuos que actúan en carácter autónomo, sin el respaldo de grandes vehículos de comunicación detrás. Esa realidad no es exclusiva de un único país y ciertamente corresponde a una realidad regional. De esa manera, los derechos de blogueros e internautas para protegerse y ejercer plenamente el derecho a la libertad de expresión en la red, se convierte en un tema emergente de gobernanza de Internet en la región [1].

En el 2012, Artículo 19 realizó el registro completo de los casos más graves contra la libertad de expresión en línea en el Brasil y produjo el informe “Amenazas en la red”. El objetivo del informe fue, a partir de la perspectiva de las víctimas y sus relatos, caracterizar y dimensionar los desafíos de la libertad de expresión en línea en el Brasil. Infelizmente, las amenazas van más allá de la censura judicial a contenidos y periodistas y blogueros, son víctimas frecuentes de agresiones físicas, amenazas de muerte y asesinato por cuenta de lo que dicen en la red.

La investigación de Artículo 19 encontró 16 casos de graves amenazas a la libertad de expresión en el año 2012. Es importante resaltar que la investigación fue realizada a través del monitoreo de casos divulgados en los medios o comunicados directamente al equipo de investigación y una posterior revisión de los casos. De esta manera, a pesar de los esfuerzos emprendidos, el informe “Amenazas en la red” no es exhaustivo: puede haber casos que no fueron localizados o no fueron comunicados a la organización.

Los 16 casos de graves amenazas registrados corresponden a tres homicidios, tres tentativas de asesinato y a diez amenazas de muerte contra comunicadores que difundieron informaciones, ideas y opiniones en Internet. El análisis de los casos apuntó algunos aspectos cuantitativos y cualitativos que son importantes para evidenciar algunos patrones de vulnerabilidad para la ocurrencia de violaciones a la libertad de expresión.

Con relación al aspecto regional, la investigación constató que la región centro-oeste lidera en número de violaciones, representando el 43,75% del total de ofensas graves a la libertad de expresión en línea. Fueron siete casos de graves violaciones en la región, seguido por cuatro casos en la región sureste y tres casos en el noreste. En las regiones norte, noreste y sur ocurrieron menos casos, sin embargo es importante recordar que las regiones norte y noreste son las regiones brasileñas con el menor número de hogares con acceso a internet y estos datos pueden influenciar directamente la baja en el número de violaciones en estas regiones. [2]

Otros aspectos importantes percibidos en el análisis de casos son el género, diversas motivaciones y perfil de los responsables. Con relación al género de las víctimas amenazadas en 2012, el 81,25% de las violaciones fueron realizadas contra hombres. El 18,75% de las violaciones que fueron realizadas contra las mujeres, que sumaron tres en el año, ocurrieron por medio de amenazas de muerte.
Un punto importante que sirve para comprender la ocurrencia de un menor número de violaciones a la libertad de expresión en relación al sexo femenino es, posiblemente, la menor cantidad de mujeres que tienen páginas web, blogs o ejercen la expresión en Internet profesionalmente en comparación al número de hombres que sí lo hacen. Además de eso, el género femenino sufre otros tipos de intimidaciones que terminan en la autocensura y que inhiben la expresión de manera incluso más preocupante, porque no son situaciones que repercuten en la sociedad de manera tan impactante como las graves violaciones insertas en el informe.

Sobre las motivaciones, las denuncias fueron el principal tipo de contenido que llevó a retaliaciones contra las víctimas, sirviendo como factor de motivación en once casos. Otros contenidos que desencadenaron violaciones contra blogueros y periodistas fueron críticas, opiniones y reproducción de información.

Por último, se observa que entre los casos analizados, el Estado se ha involucrado en la mayoría, a través de políticos que ocupan cargos en diferentes esferas del poder, sobretodo en los niveles más locales y policiales. Estos dos actores juntos, representan el 62% de los casos de graves violaciones a la libertad de expresión. Los responsables que no están ligados al Estado se concentran en figuras de empresarios y del crimen organizado, representando cada uno el 19% de los casos de violaciones.

La identificación y el análisis a profundidad de un problema son las etapas iniciales para la adopción de medidas que busquen solucionarlo. El informe “Amenazas en la red” elaborado por “Artículo 19” espera dar la visibilidad necesaria a ese problema, para que las autoridades responsables puedan actuar en la prevención de nuevos casos y solucionar los que ya ocurrieron. Además de la obligación de no violar los derechos humanos, el Estado tiene la obligación de tomar medidas positivas para impedir cualquier tipo de ataque que tenga por objetivo silenciar a las personas en Internet, aunque la violencia sea efectuada por otros actores. Por esa razón, creemos que ese tema se torna en un tema emergente de la gobernanza de Internet en la región.

[1] A propósito del tema, se realizará un taller organizado por la UNESCO, el CELE y Artículo 19, durante el IGF 2013 (Foro Mundial de Gobernanza de Internet)
[2] Los datos son de la investigación realizada por la Cetic.br, organización del Comité Gestor de Internet, responsable de analizar el comportamiento de Internet en Brasil, en el año 2012. La investigación completa está disponible en: http://www.cetic.br/usuarios/tic/2012/A4.html

.
Traducido al español por, Tatiana Meza y María Juliana Soto.