Valeria Betancourt
APC

La reunión efectuada en Turquía del 2 a 5 de septiembre demostró que el proceso del Foro de Gobernanza de Internet (FGI) no es, como muchos piensan y defienden, un fait accompli sin posibilidades de evolucionar y mejorar.

El hecho de que los organizadores de los diversos talleres que abordaron temas de derechos humanos en internet acordaran un mensaje para el panel sobre privacidad en la era digital del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (que se llevó a cabo el 12 de septiembre de 2012) y que aquello se haya dado sin controversia y sin ningún efecto adverso es, por lo menos, destacable (ver el resumen del presidente del IGF 2014). ¿Es esto uno de los efectos de NetMundial? Se puede especular que influyó una vez que NetMundial, en tanto proceso multisectorial, significó un progreso sustancial en el reconocimiento por consenso de que la gobernanza de internet debe basarse en el interés público y orientarse por los marcos de derechos humanos. El establecimiento de diálogo inter­institucional sobre la gobernanza de internet marca un punto de quiebre significativo en dirección a tornar al FGI en um espacio aún más relevante en el ecosistema global de la gobernanza de internet y sienta um precedente importante de cara al FGI 2015, que se realizará en Brasil.*

Las expectativas respecto de la realización de una sesión principal sobre neutralidad de la red por primera vez en la historia del FGI, en respuesta al llamado hecho por NetMundial, eran altas. La lección que dejó la discusión, en mi opinión, es que en lugar de apuntar a lograr un entendimento común sobre el concepto y el alcance de la neutralidad de la red, posiblemente convenga enmarcar la discusión a futuro en contextos particulares, especialmente en el de los países en desarrollo, a fin de determinar las implicaciones económicas de la problemática y aquellas que impactan en el ejercicio de derechos humanos, avizorar soluciones efectivas a nivel del mercado y acordar enfoques de cooperación entre los gobiernos de una misma región.

No se puede no mencionar al Internet Ungovernance Forum. Se constituyó en el espacio paralelo que otorgó visibilidad a temas de preocupación local relativos a las libertades fundamentales y los derechos humanos en internet en Turquía (como la censura, la vigilancia de las comunicaciones, la estructura del mercado de internet basado en monopolios y las prácticas de control de las infraestructuras y los contenidos en línea, entre otros**) y que dio cabida a discusiones sobre la acción colectiva global de la sociedad civil. La existencia de plataformas alternativas y constructivas de discusión y debate es esencial para la democracia, más aún cuando los espacios oficiales limitan la posibilidad de atender cuestiones críticas que impactan a la sociedad civil. El FGI no debería rehuir plantear una crítica significativa a la situación de los países que hospedan la reunión anualmente. En el caso de Turquía, el gobierno salió indemne y recrudeció la aplicación de restricciones en línea casi inmediatamente después del FGI.

Respecto de la presencia de la región, si bien el nivel de participación de actores de América Latina ha incrementado, éste sigue siendo bajo***. La excepción en cuanto a una participación sostenida y prominente sigue siendo Brasil. Esto es reflejo, desde mi perspectiva, de que cuando un país tiene un proceso nacional multisectorial en marcha, políticas públicas de internet y estrategias internas y externas sobre la gobernanza de internet, puede utilizar y vincularse a los espacios regionales y globales de manera efectiva y hacer parte de la toma de decisión o influir em su configuración. El rol de los gobiernos de la región para activar procesos multisectoriales y avanzar en la definición de sus agendas de gobernanza de internet se torna aún más urgente y necesario si se quiere aprovechar la realización del FGI 2015 en Brasil, por un lado; y el fortalecimiento del proceso regional que en julio de 2014 identificó prioridades y desafíos relativos al desarrollo de marco de principios y una hoja de ruta para la gobernanza de internet en América Latina, por otro lado.

Uno de los desafíos persistentes del FGI es la vinculación y la integración efectiva con los FGI regionales. ¿Cómo solucionarlo? La respuesta no es simple debido a que la manera en la que funciona el proceso del FGI no facilita la conexión entre lo global y lo regional. Sin embargo, se podría pensar que si se establecen áreas temáticas generales desde el comienzo del ciclo anual del FGI, los foros y encuentros regionales pueden considerarlos para sus discusiones y ofrecer aportes en el marco de un mecanismo de preparación para el evento global.

La pelota se jugará por segunda vez en campo latinoamericano en el 2015. Mucha agua ha passado bajo el puente desde que Brasil alojará el FGI en el 2007. ¿Cómo va a tomar esta oportunidad la región para avanzar en el establecimiento de mecanismos plurales, democráticos, participativos y transparentes que aseguren la participación multisectorial en la gobernanza de internet en las instancias nacionales? ¿Qué respuestas específicas se van a plantear para enfrentar los desafíos de la región en materia de ciberseguridad, neutralidad de la red, privacidad, libertad de expresión, entre otros?

*Sobre todo a partir de la recomendación de que se cree un nuevo foro de buenas prácticas sobre la protección de la privacidad en la era digital que comience su trabajo cuánto como parte de la preparación para el FGI 2015, haciendo uso de los FGI regionales y nacionales para asegurar la inclusión de los participantes de los países en desarrollo.
**Un informe especial desarrollado por el Global Information Society Watch para el FGI 2014 analiza la situación de los derechos humanos en internet en Turquía.
*** El FGI 2015 congregó a más de 2000 participantes presenciales. 150 fueron de América Latina.