¿Cuál es el futuro de la neutralidad de la red en el Brasil?

by Digital Rights LAC on diciembre 21, 2013

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Por, Ivar A. M. Hartmann

Los brasileños esperaron durante todo el 2013 para un nuevo y positivo desenlace en la votación del Marco Civil de Internet en el Congreso brasileño. Después de las revelaciones de Edward Snowden, y la noticia de un periódico brasileño a nivel nacional, que revelaba cómo incluso el gobierno brasileño había sido espiado, la presidenta Dilma Rousseff decidió incluir el proyecto de ley como «urgencia constitucional».

Esto significa que después de 45 días los congresistas se verían obligados a aprobar o derogar el Marco Civil antes de que pudieran votar sobre otros proyectos de ley regulares. Pero incluso este esfuerzo de «urgencia constitucional» resultó insuficiente para jalonar la aprobaciòn del Marco Civil—nada sucederá antes de 2014. La razón es bien conocida por los miembros de la comunidad de gobernanza de Internet de América Latina y el Caribe: la neutralidad en la red. Con esta nueva legislación aprobada, América Latina se convirtió en un pionero mundial en la protección de la neutralidad de la red con dos grandes países que consagran la legislación. Tristemente, Brasil no ha seguido el camino de Chile.

Existen otras disposiciones en el proyecto de ley que han sido objeto de un acalorado debate: Los intermediarios en la web y su responsabilidad, de acuerdo con el Marco Civil, sólo después de una orden de la corte podrían eliminar contenido del internet. A pesar de que (o quizás precisamente por esta razón) este modelo busca proteger y fortalecer la libertad de expresión, los proveedores de contenidos se alteraron frente a la medida y sus quejas fueron atendidas rápidamente por el Ministro de Cultura. Ella pidió que se agregará un párrafo a la disposición de responsabilidad de intermediarios que indica que el modelo de orden de la corte y eliminación de contenido, no se aplicaba a las presuntas violaciones de derechos de autor. Sin embargo, esto no detuvo la marcha para la aprobación del Marco Civil.

Luego, a finales de este año, surgió la idea, poco sensata, que obliga a las empresas de Internet albergar centros de datos en Brasil. A pesar de las advertencias (de todo el que sepa algo de cómo funciona Internet) que tal obligación sería ciertamente contraproducente y debería ser eliminado del Marco Civil, el gobierno insistió en ello. Esto tampoco fue suficiente para detener el proyecto de ley.

Pero los “Pipe owners” le dieron la espalda al Congreso de Brasil, como a los órganos legislativos de todo el mundo. Estos quieren simplemente ser “Pipe owners”. Después de años de un proceso de elaboración, que incluye absolutamente a todos los sectores de la sociedad y con el apoyo oficial y completo de la rama ejecutiva y el Partido Sindicalista, el Marco Civil aún no puede competir con la industria de las telecomunicaciones.

La Agencia Brasileña Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) y el Ministerio de Comunicaciones son las entidades preferidas por las empresas de telecomunicaciones para hacer frente a neutralidad de la red. Hace un año, cuando el Marco Civil ya estaba atascado en el Congreso, la ANATEL señaló que se tomaría la tarea de crear y decidir sobre las reglas de neutralidad en la red: un proyecto de Reglamento de «servicios de comunicación multimedia» prohibiría la discriminación de paquetes, a la vez que se establecía una excepción suficientemente amplia para semejante prohibición sin sentido. La Agencia más tarde aprobó una versión de la regulación que contenía una simple mención del derecho de las empresas de telecomunicaciones a respetar la neutralidad de Internet «, de acuerdo a la ley».

El ministro de comunicaciones, Paulo Bernardo, se había sostenido siempre firme frente al hecho de que ANATEL debería ser el que decida sobre la neutralidad en la red. Especialmente cuando un proyecto anterior del Marco Civil hacía que el gobierno consultara al Comité Gestor de Internet de Brasil ( CGI.br) sobre cuestiones de neutralidad. El proyecto no decía nada sobre la regularización de la neutralidad por parte de CGI.br, pero la sola mención fue suficiente para ponerle los pelos de punta a las empresas de telecomunicaciones, quienes prefieren tener un organismo gubernamental fácilmente susceptible a ser influenciado (ANATEL ) para regular la neutralidad en la red que a un comité multisectorial transparente y con un registro de imparcialidad.

En el Congreso brasileño, el protector de los intereses financieros de las empresas de telecomunicaciones que ha dejado más en claro su posición, ha sido el diputado Eduardo Cunha. Según él, la neutralidad de la red perjudicaría los modelos de negocio de las empresas de telecomunicaciones y compañías de cable -quienes ya no serían capaz de crear planes con uso moderado, segregado o diferente de datos. Mientras es claramente falso que, prohibir un tratamiento diferenciado de paquetes de datos, según su contenido, también implicaría tratar de forma igualmente diferenciada, cantidades diferentes de paquetes de datos; hay algo de verdad en este argumento.

De hecho, existe un modelo de negocio que las empresas de telecomunicaciones desean proteger en contra de la neutralidad de la red. Y a diferencia de lo que normalmente se transmite en estos debates, ya es una realidad. Uno de los grandes operadores de telefonía móvil anuncia alegremente el hecho de que sus usuarios pueden navegar por Facebook tanto como ellos quieren, sin deducción de su plan de datos. No Google+ o Diáspora, por supuesto. Estos no fueron incluidos en la oferta. ANATEL no ha hecho nada para desalentar esas prácticas empresariales. Mientras tanto, las noticias de Chile dejan ver que incluso existiendo una regla, claramente estipulada en la ley, la tendencia de las empresas de telecomunicaciones para discriminar paquetes sigue siendo fuerte.

La financiación de las infraestructuras necesarias para el futuro de la banda ancha no es en absoluto una cuestión simple. Pero hay varios modelos de negocio e inversión posibles que son perfectamente compatibles con la neutralidad de la red. En cualquier caso, la constatación de que los “Pipe Owners” deben necesariamente ser » tontos» y empezar a ser tratados como cualquier otra empresa de transporte público es el resultado no de una racionalidad económica, sino más bien de consideraciones políticas y morales que se derivan de la condición de derecho fundamental de acceso al Internet.

Los últimos rumores son que las empresas de telecomunicaciones han entrado finalmente a un acuerdo con el ponente del proyecto de ley y el Representante campeón de neutralidad de la red Alessandro Molon. Hasta que el Marco Civil entra en vigor, sin embargo cualquier cosa puede suceder. Después de Chile, una victoria legislativa para la neutralidad de la red en Brasil podría estimular una tendencia de regulación a favor de la neutralidad en toda América Latina y el Caribe. Una cosa es segura: los riesgos son muy altos tanto para los usuarios de Internet como para las empresas de telecomunicaciones.

Traducción: Nathalie Espitia.