Congreso aprueba nueva ley que regula las sociedades de gestión colectiva de derechos de autor en Brasil*

by Digital Rights LAC on agosto 27, 2013

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Con la aprobación del proyecto de ley por parte del Senado, Brasil tiene ahora la oportunidad de tener una de las leyes más modernas desde la perspectiva comparativa mundial en la recaudación y distribución de derechos de autor.

Por Ronaldo Lemos*

El Congreso brasileño aprobó un marco legislativo que regula y modifica la estructura de las sociedades de gestión de derechos de autor en Brasil. La nueva ley, que resultó de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), que investigó las sociedades de gestión colectiva, asigna un papel de supervisión al Ministerio de Cultura con respecto al tema en cuestión. La ley, bien como otras partes del informe de la CPI, fue originalmente desarrollada por un equipo conducido por el profesor Ronaldo Lemos en el Centro de Tecnología y Sociedad de la Fundación Getulio Vargas en Brasil (consulte la portada del informe hecha por Ars Technica aquí).

Después, el texto ha sido mejorado a través de contribuciones intensas realizadas por los grandes artistas brasileños como Gilberto Gil, Caetano Veloso, Roberto Carlos, Carlinhos Brown, Milton Nascimento, entre otros, que también apoyaron el proyecto.

La aprobación del proyecto es un resultado satisfactorio de más de 10 años de debate en Brasil sobre los problemas y funciones relativas a las sociedades de gestión colectiva. El debate involucró la academia (como, por ejemplo, los proyectos Open Business III del Centro de Tecnología y Sociedad y el A2K Brasil, apoyado por el IDRC y el OSI, respectivamente), el medio artístico, la sociedad civil e innumerables personas preocupadas por la falta de transparencia del sistema.

El ponente del proyecto de ley fue el senador Humberto Costa, que contó con el apoyo importante de otros miembros del Congreso, como la diputada Jandira Feghali y los senadores Lindberg Farias, Randolfe Rodrigues y Pedro Taques. La ley fue finalmente aprobada en el Congreso el 10 de julio y ahora depende de la sanción presidencial. Los analistas políticos creen que la presidenta aprobara la ley como está, sin vetos, especialmente después de la reunión de 30 minutos entre ella y el cantante Roberto Carlos, uno de los músicos más famosos de Brasil y entusiasta del proyecto, de quien la Presidente se declara a sí misma una fan.

Para más información, por favor vea a continuación una traducción del artículo publicado por el profesor Ronald Lemos en el sitio web del periódico Folha de São Paulo, describiendo todo el proceso de aprobación del proyecto y algunos de los cambios que se deben implementar (la traducción sigue a continuación y el enlace al artículo original aquí:

Nueva ley que supervisa ECAD es una victoria de los artistas

Parece que Brasil está muy cerca de crear un órgano con autoridad para supervisar el ECAD, a través del proyecto de ley 129, originando en el Senado. Con esto el país debe poner fin a más de 20 años de una trágica excepcionalidad: somos el único país en el que la entidad que recauda y distribuye los derechos de autor no tiene ningún tipo de supervisión o regulación. Esto sucedió desde cuándo Collor abolió, en 1990, el órgano que tenía competencia para dicha supervisión, que nunca fue reconstruido.

Hasta los Estados Unidos, país donde existe competencia entre entidades de gestión colectiva, tienen un complejo sistema de regulación de los «Ecads» locales, incluso mecanismos de defensa de los artistas y tribunales para corregir los precios abusivos.
En Brasil la situación es preocupante: hay una entidad que tiene un monopolio sobre sus actividades, pero nadie le hace una supervisión. Esto viola el principio básico de que nunca debe haber un monopolio sin regulación.

Las distorsiones generadas por esta situación fueron muchas y penalizaron artistas y creadores brasileños. En su mayoría absoluta, incluso aquellos en lo alto de la fama, como Roberto Carlos, Gilberto Gil, Ivan Lins, Caetano Veloso, entre muchos otros, se sentían incómodos e insatisfechos con una entidad que arrecadaba más cada año, pero no operaba con transparencia, ni mismo con un nivel de servicios que podría ser comparado al ofrecido por organizaciones similares en otros países.
Internet ha creado un gran número de nuevos artistas, desde DJs hasta artistas de música electrónica, de bandas indie hasta proyectos de música experimental hechos en casa. Ninguno de ellos se sentía representado por el ECAD.

Además, los directores del ECAD y de las asociaciones que lo componen prácticamente tenían funciones de toda la vida. Muchos están en el mismo trabajo hace 20 o 30 años sin renovación o actualización.

Finalmente, la entidad padecía problemas de representatividad. Internet ha creado un gran número de nuevos artistas, desde DJs hasta artistas de música electrónica, desde bandas indie hasta proyectos hechos de música experimental en casa. Ninguno de ellos se sentía representado por el ECAD. Y esa percepción era real: el sistema de representación interna era oscuro y obsoleto. En lugar de un criterio democrático (una persona, un voto), se adoptó un criterio plutocrático (las sociedades que arrecadaban más dinero tenían más votos). Eso significaba que sólo dos asociaciones (entre las 9 existentes) concentran todo el poder de toma de decisiones del órgano, un blindaje no sólo de la inspección externa, sino también de la auditoría interna que podría ser realizada por los propios artistas.

Así, las quejas que ECAD era un caja negra multiplicaron. Ellas culminaron en el trabajo de la CPI del Senado (que vale la pena mencionar, he asistido por invitación del Senado como un abogado experto en el tema, ayudando a redactar el informe final). El proyecto de ley que ahora se aprueba tiene su origen en el trabajo de la CPI, que hizo un minucioso informe señalando todos los problemas del órgano. Otro elemento importante es que el trabajo de la CPI ayudó a informar Cade, el organismo responsable de la defensa económica de Brasil, que terminó por condenar el ECAD por la práctica de formación de cartel y abuso de la posición económica dominante.

Con la aprobación del proyecto de ley por parte del Senado, Brasil tiene ahora la oportunidad de tener una de las leyes más modernas desde la perspectiva comparativa mundial en la recaudación y distribución de derechos de autor.

Esa fue la chispa que faltaba para que los artistas se articularan definitivamente en torno a esta importante causa. Con esto, los artistas se convirtieron inmediatamente en protagonistas en el debate sobre el proyecto de ley del Senado. Bien articulados, presentando diversas sugerencias de modificación y mejoría, que fueron aceptadas e incorporadas a los proyectos, mejorando su escritura.

Con la aprobación del proyecto de ley por parte del Senado, Brasil tiene ahora la oportunidad de tener una de las leyes más modernas desde la perspectiva comparativa mundial en la recaudación y distribución de derechos de autor.
El proyecto trae muchos logros y ponderaciones, muchos de ellos sofisticados y bien diseñados. Por ejemplo, establece que las asociaciones que componen el ECAD ahora tienen todas el mismo derecho a un voto (un voto por asociación). Esta ingeniosa solución hace que los artistas busquen a unirse a cada uno de ellos no por razones políticas sino por razones de eficiencia. Antes los artistas se filiaban básicamente a sólo dos asociaciones, precisamente las que controlaban todo el sistema (las otras eran asociaciones que tenían prácticamente ningún poder de toma de decisiones).

5 PUNTOS DEL PL 129/12

1) Las asociaciones de compositores e intérpretes que componen el ECAD deben calificarse junto al Ministerio de Cultura, lo que demuestra que tienen condiciones a gestionar los derechos con eficacia y transparencia.

2) La comisión de gestión cobrada por el ECAD no podrá exceder el 15% del valor recaudado en concepto de pago de derechos.

3) Las emisoras de radio y televisión estarán obligadas a hacer pública la lista completa de las obras que utilizan y el pago debe reflejar la realidad de la ejecución de las canciones. Hoy esta distribución se realiza por muestreo.

4) La creación de un registro unificado de obras que eviten la distorsión de los datos y los títulos duplicados. Los autores pueden supervisar la gestión de sus derechos a través de Internet.

5) Las asociaciones que componen el ECAD sólo pueden ser dirigidas por los titulares de los derechos, es decir, compositores e intérpretes. Ellas tendrán un mandato fijo de tres años, con derecho a reelección.

Desde ahora, la asociación para ofrezca los mejores servicios y el precio más bajo (comisión de administración más baja) atraerá a más artistas y creadores. La señal para la toma de decisiones ya no es una señal política, errónea por principio, y se convierte en una señal de la eficiencia.

Además, el Ministerio de la Cultura tendrá la prerrogativa de supervisar el ECAD e incluso revocar su licencia para operar en caso de abuso grave (adherido al principio de defensa legal).Los principios de dicha auditoría incluyen la garantía de asegurar la transparencia, eficiencia, modernización y que los artistas y creadores Sean el centro y el elemento central y más importante en el recaudación y distribución de der4echos de autor.

Es lógico. En otros países, el artista tiene acceso a su derecho a recibir por vía electrónica, como si fuera una cuenta bancaria. En Brasil, algo que aún estaba lejos de ser implementado

La ley también establece que la recaudación de los derechos de autor debe estar en proporción a su utilización. Es lógico. Un restaurante que reproduce canciones sólo al mediodía, durante tres horas por día, debe pagar en proporción a dicho uso. Un restaurante que, a su vez, está abierto las 24 horas, y reproduce canciones al largo de este período debe pagar más.

Antes de este cambio, todos pagaban el mismo precio. Si el restaurante habría reproducido sólo una canción durante el mes, tendría que pagar el precio «lleno» relativo a todo el repertorio de canciones del ECAD. Se trataba de un sistema de todo o nada. O paga todo el repertorio, o no podía reproducir canciones legalmente.
La lista de logros de la ley que supervisa ECAD es enorme. Es prácticamente un nuevo amanecer para los artistas y creadores brasileños. Muchos de ellos participan en la lucha por la mejora del sistema hace más de 15 años. Fue una pelea que parecía sin gloria. Pero ahora, gracias al liderazgo y coordinación que se produjo entre los propios artistas, está a punto de llegar a ser victoriosa. Gana el creador, gana la nueva generación de artistas que no se veían representados por el ECAD. Y gana la sociedad en general, que ve la posibilidad de que el ECAD finalmente empieza a ponerse en sintonía con los valores del siglo 21.

* Ronaldo Lemos es abogado y profesor de derecho de propiedad intelectual en la Fundación Getulio Vargas

*Nota del editor:  esta ley ya ha sido aprobada con la sanción presidencial.