[Balance 2013] Delitos Informáticos en Brasil

by Digital Rights LAC on enero 28, 2014

Collage Cibercrimen

En Digital Rights LAC quisimos preguntarles a distintos especialistas de la región sobre su balance personal en temas de derechos digitales. Este es el caso de Omar Kaminski de Brasil, al que le preguntamos: Además de la ley Carolina Dieckmann y de la Ley Azeredo ¿qué otros puntos importantes podemos resaltar del año 2013 y cuáles son las preocupaciones para el año 2014? Acá su respuesta.

Dos de las primeras leyes específicas sobre delitos penales informáticos, entraron en vigor en 2013 en Brasil, la nº 12.735 y la nº 12.737. Sin embargo, puede observarse que ya existían otros dispositivos dispersos aplicables a esa nueva realidad, inclusive una ley de 1996 sobre la interceptación telemática y otra del 2000, prevista para los casos de la administración pública.

La primera de ellas, nombrada Ley Azeredo, ha sido discutida hace más de 10 años y fue aprobada con apenas 2 artículos de menor importancia, por haber sido impugnada y considerada como “vigilantista”. Y la otra tiene el nombre de una actriz de novelas, cuyas fotos íntimas que fueron publicadas en Internet. El avance aún es pequeño, ya que apenas dos crímenes, están por debajo de lo deseable para desestimular prácticas como invasión de sistemas y diseminación de códigos maliciosos (virus), por ejemplo.

Así como sucedió con la actriz, el año fue marcado por varios episodios de “sexting” y de “venganza porno”, incluso involucrando a menores de edad, siendo que por lo menos dos de esos casos resultaran en suicidios. Los crímenes contra la honra y los “phishingscams” continúan siendo muy practicados. La pornografía infantil, otra plaga, está migrando a la llamada “deep web”.

Vivimos en una era de la invasión a la privacidad, una distopía que se intensifica cada vez más, sumado al hecho de que nuestros gobernantes también practican delitos, unos contra otros, en secreto o descaradamente. Las naciones están cada vez más preocupadas con el ciber espionaje, la seguridad y con la posibilidad de guerras cibernéticas. El problema es cuando utilizan el pretexto de combatir el terrorismo para violar libertades individuales y colectivas.