Desarrollo colaborativo en Labhacker: incluyendo el “elemento externo”

by Digital Rights LAC on diciembre 16, 2015

labhacker1Con cerca de un año y medio de existencia, ahora tenemos una clara visión de un laboratorio de innovación enfocado en ciudadanía legislativa. Ahora estamos hablando de un Laboratorio Hacker para la Cámara de Diputados de Brasil, que fue creado a partir de la conducción de un hackaton dirigido al desarrollo de proyectos de transparencia y participación en el proceso legislativo federal, que se llevó a cabo en octubre de 2013. La meta era establecer un espacio hacker permanente en la Cámara, para que estos proyectos pudieran tener continuidad, así como para alentar la creación de ideas similares.

Por Cristiano Ferri*

Laboratorios de innovación en gobiernos

El Labhacker llegó en el despertar de los laboratorios de innovación para la ciudadanía que están emergiendo en varias partes del mundo. El MediaLab Prado en Madrid, el GovLab en Chile, el Policy Lab en Inglaterra, y el MindLab en Dinamarca son algunos buenos ejemplos, aunque están más basados en el trabajo del poder Ejecutivo. El Labhacker fue concebido como un espacio para la interacción que pudiera dar hogar a cualquier ciudadano interesado en la transparencia legislativa o en temas que facilitaran la interacción con el parlament. Actualmente, con internet gratuito y espacios sin costo, Labhacker es frecuentado por hackers, políticos, investigadores y otros interesados en dichos asuntos.

Sin embargo, sabemos que muchas de las aplicaciones desarrolladas en los maratones de hackers son prototipos, muchos de ellos aún en etapas rudimentarias, o no funcionales. En general, no están siendo continuadas por sus autores. Y la razón es la falta de recursos para su realización y la dificultad de implementación de la idea original. Aquí en Labhacker, creemos que podemos ayudar en el proceso de avance del desarrollo de esas ideas. Con un pequeño equipo multidisciplinario, de no más de diez personas, conformado de expertos en tecnología de la información, manejo de proyectos, administración, derecho y otras áreas, realizamos la labor de continuar con estos proyectos y generar algunos nuevos.

Por ejemplo, en el Hackaton 2013, un grupo de participantes desarrolló una aplicación llamada Retórica Parlamentaria, con la innovadora propuesta de prever los temas más recurrentes en discursos parlamentarios en forma de burbujas de jabón. Como proyecto tiene código abierto, el personal aquí en Labhacker hizo algunas mejoras, cambió el diseño, incluyó más bases de datos y lanzó una nueva versión con mejor funcionalidad.

Y lo social, ¿dónde entra?

Ahora, nuestra mayor dificultad es incluir el “elemento externo” en el proceso de trabajo de Labhacker. Creemos, por supuesto, que uno de los valores más importantes de un espacio de hackers en el servicio público es la apertura para que cualquiera pueda desarrollar sus ideas, proyectos y debates ciudadanos – de preferencia que tenga que ver con la Legislación, pero no necesariamente – ya sea de manera presencial o remota.

De tal manera que la acción colaborativa, en red, horizontal, transparente e interactiva necesita ser parte de nuestro ADN aquí en Labhacker. Pero tengo que confesar que, diariamente, no es tan sencillo. Lo explicaré mejor explorando aquí las tres dimensiones que son parte de nuestro haber: el universo social, la burocracia y la política.

La incansable política

Vamos a comenzar desde el final, hablando inicialmente de política. La dificultad primordial es atraer a los miembros del parlamento a las actividades colaborativas de Labhacker con la complicada y dinámica agenda parlamentaria. Sin importar el perfil del diputado, si más encarecido o más relajado, si de ala derecha o izquierda, todos sin excepción alguna, tiene una agenda de incesantes actividades profesionales, que van desde reuniones en los muchos comités permanentes o temporales, reuniones de partido, reuniones del frente parlamentario, hasta la asistencia de incontables personas, representantes sociales, gente de negocios, consejeros, alcaldes, en sus oficinas. Oh, uno no debe de olvidar la enorme rutina plenaria, que va desde el mediodía hasta tarde por la noche. Y existen algunas otras actividades como juntas con ministros y otras autoridades políticas para resolver problemas en sus áreas respectivas.

Por lo tanto, involucrar a los miembros del parlamento en el hacking no es fácil, puesto que tenemos que competir por su tiempo, atención y energí en esta marea de actividades. Vemos que su apertura a este tipo de acciones ha ido incrementando, algunos más, por supuesto: otros menos, porque muchos aún no comprenden de manera total que es ser un hacker, puesto que se ha tratado de un término controversial. Pero cuando podemos atraer a miembros del parlamenta para las actividades de Labhacker, a ellos, en general, les gustan muchas de las actividades, llegando incluso a incorporar o intensificar ciertas prácticas interactivas en sus actividades diarias.

La robusta burocracia

Hablemos ahora de la parte burocrática. Y esta es una de las más problemáticas. En lo personal, como un servidor público desde hace 22 años, he experimentado (y aún lo hago) con experiencias descorazonadoras al momento de implementar innovaciones. Hablando de obviedades: hay mucha desmotivación, falta de compromiso, visión limitada, acción individualista, sentimiento corporativo, junto con otros aspectos negativos de algunos servidores públicos. Claro, existen muchos otros profesionales abiertos a las mejoras, luchando por innovar en su trabajo y ayudar en gran medida a traer nuevos valores a la administración pública.

Ahora, con la “Ley de Acceso a la Información”, la transparencia se ha vuelto mandato. No hacer públicas las acciones, información o datos se ha convertido en la excepción. Y eso debe de ocurrir justificadamente. También el Estado, de acuerdo con ésta ley, debe de ser de participación pública en sus actividades. Bien, eso debe de significar un cambio total de actitud en los burócratas. Sin embargo en la práctica no ha ido tan bien, puesto que aún existe la obediencia ciega a los procedimientos seculares y una interpretación generalmente conservadora de las leyes. Y todo para reiterar la cultura adversa de la incorporación de los ciudadanos en el procesos laborales de la administración pública y la dificultad para ver las cosas desde el punto de vista de la sociedad.

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No invadiremos tu playa

Para finalizar la historia, vamos a voltear la mirada al lado social. Hay una creciente proporción de gente interesada transitando por Labhacker, participando en actividades de hackeo y desarrollo de proyectos de transparencia legislativa, educación política, etc. Sin embargo, en general esta participación ha sido esporádica. Algunos desarrollan interés en proyectos, pero por diversas razones no pueden quedarse en ellos, ni desarrollarlos. Como mencioné antes, por lo que entiendo, el problema principal es la falta de recursos para trabajar en un proyecto de manera sistemática.

De hecho, al contrario de lo que ocurre en otros países, en donde fundaciones y ONGs pueden obtener fondos para desarrollar y mantener proyectos para transparencia legislativa, en Brasil ha sido mucho más complicado. Los chicos se las han arreglado para crear visualización de datos creativa y aplicaciones inteligentes en ocasiones a coste de enormes esfuerzos con acciones en frentes colectivos, como maratones de hackers y días de hacker, pero al final del día tienen que regresar a sus propios trabajos (los cuales usualmente no tienen mucha relación con eso), y los proyectos quedan a un lado.

Bien, discutir soluciones para estos problemas es tema para otro artículo porque el asunto es complejo. Mientras tanto, juntemos a los políticos, servidores públicos y hacker que en aras del desarrollo de proyectos interesantes en éstas áreas y que cosas interesantes provengan de ello. ¿Un ejemplo? Dale un vistazo a nuestro blog. ¡Hasta la próxima!

*Cristiano Ferri es coordinador del Laboratorio Hacker de la Cámara de Diputados. Twitter: @cristianofaria. Blog: labhackercd.net