En Digital Rights LAC quisimos preguntarles a distintos especialistas de la región sobre su balance personal en temas de derechos digitales. Este es el caso de Carlos Correa Loyola de Ecuador, al que le preguntamos ¿qué lecciones para el activismo se pueden sacar con el código penal y el artículo 474?

En Ecuador cerramos el año 2013 con ambivalencia en cuanto al activismo y a la defensa de los derechos digitales. La balanza se inclina a favor de los usuarios cuando hablamos del –recientemente aprobado por la Asamblea– Código Orgánico Integral Penal (#COIP), y pendiente por parte del Ejecutivo para su aprobación final. A inicios de octubre, en etapa de propuesta de ley, el artículo 474 se cargaba olímpicamente el derecho a la privacidad de la información y a la intimidad del ciudadano. Inmediatamente, a través de reuniones espontáneas de asociaciones relacionadas y en torno a la etiqueta #InternetLibre, se planteó no la modificación sino la eliminación de este artículo. Dos meses después se lo logró. Me atrevo a enlistar las condiciones necesarias que se dieron para lograrlo:
1. Salir de la burbuja de internet. Si bien la red fue el punto de encuentro, organización y despliegue, el reto fue dejar el clickactivimo fácil y empezar a trabajar codo a codo con quienes tomaban la decisión: los asambleístas
2. Llevar la agenda de discusión al ciudadano común a través de los mass media. Las incoherencias del artículo 474 fueron más evidentes cuando los ciudadanos de a pie empezaron a comentar entre ellos los peligros de aplicar esta ley, gracias a que los activistas empezaron a visibilidad el problema enviando información a periodistas y prensa especializada.
3. Unión. Cuando se dispararon las alarmas, las asociaciones, gremios y colectivos relacionados hicieron un sólo frente, vistiendo una sola camiseta, utilizando la misma red para organizarse mejor, pero no por separado. Cuando se tuvo la noticia de la eliminación del artículo, el crédito fue de todos.
4. Críticos pero también propositivos. Luego de documentarse prolijamente, el tono de las discusiones con los asambleístas y sus asesores fue pasar de la queja a la propuesta.
5. Activismo. Finalmente lo mínimo necesario y obvio: moverse !

Ahora viene la etapa para mantener la constancia, y hacer de ese concepto teórico relacionado con la “inteligencia colectiva” algo práctico y tangible. El 2014 nos espera.

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